¿Que es un psicopata?
¿Qué es un psicópata?
Si vemos la palabra psicópata desde un punto de vista etimológico se llegaría a una definición muy general de lo que es un psicópata, asi que para definir que es un psicópata debemos de usar un poco de nuestra imaginación.
Imaginemos que en nuestra vida no tenemos reglas, que no tenemos una conciencia, ningún sentimiento de culpa o resentimiento, ninguna preocupación por los derechos de los demás, nunca tener que poner a los demás por encima de ti y lo que quieres. Imaginen una vida sir vergüenza, una vida en la que nadie importa.
Podríamos decir que eso que acabamos de describir en un teoría lo que se siente ser un psicópata.
Según el psicólogo Cleckley en su libro “la máscara de la cordura” (1941) él dice que la psicopatía es difícil de definir pero si hubiera que hacerlo la manera más efectiva de hacerlo sería mencionando un conjunto de 16 características claves en diferentes factores como el interpersonal, afectivo y conductual (ver anexo 1), este listado es conocido como “Psychopathy Checklist” (PCL), estos son los síntomas:
Encanto superficial y buena inteligencia: las personas que normalmente consideramos encantadoras suelen ser seguras de sí mismas, espontáneas y vividoras; no muestran ningún síntoma de miedo social y, tal vez por eso, nos resultan tan atractivas. Y esa es precisamente la imagen que habitualmente proyectan los psicópatas. En cuanto a la buena inteligencia, aquí no se refiere al CI, sino a que la conducta extraña de los psicópatas no obedece a su estupidez y que estas personas mantienen intactas sus competencias intelectuales en situaciones en las que el resto de las «personas» se vendrían abajo.
Ausencia de delirios y otros signos de pensamiento irracional: la conducta psicopática no se puede atribuir a un fallo mental. La psicopatía no es una consecuencia de la psicosis o la baja inteligencia (aunque algunos psicópatas pueden estar locos o ser estúpidos). No tienen por qué ser «enfermos mentales» como los esquizofrénicos o los psicóticos.
Ausencia de nerviosismo y otros signos neuróticos: este criterio se refiere al estado de vulnerabilidad neurótica relacionada con la supersensibilidad y la sobrestimulación. En ocasiones se podría interpretar la conducta psicopática como una conducta nerviosa. Sin embargo, su reacción a un determinado factor de estrés será inferior a los sujetos normales. Por eso el psicópata se inclina por los retos, por vivir cerca del precipicio, por experimentar más estrés.
Poca fiabilidad: si no mostrásemos miedo, sentimientos de vergüenza o de culpabilidad, seguramente nuestra imagen no proyectaría confianza. Por tanto, algunos psicópatas pueden comportarse de un modo muy fiable si están implicados en un tarea que les llena de orgullo o les interesa realmente, aunque no sean esos sus verdaderos sentimientos o emociones.
Mentirosos: normalmente las personas dicen la verdad por miedo; miedo a ser pilladas, avergonzadas, o a sentirse culpables. Sin embargo, si tuviésemos menos miedo, probablemente mentiríamos más. Y eso es lo que ocurre con los psicópatas.
Carencia de remordimiento o vergüenza: un niño que no tiene miedo, por ejemplo, que es indiferente al castigo, también será indiferente a lo que otras personas piensan de él y no tendrá sentimientos de culpa. Los psicópatas, aparte de no tener la capacidad de sentir afinidad y proximidad hacia los demás, acostumbran a no tener remordimientos ni sentimientos de culpa y actúan y consideran al resto de la sociedad como objetos (despojándoles de sus particularidades «humanas») para satisfacer sus propias pasiones.
Conducta antisocial inadecuadamente motivada: es esto la ausencia de temor a las consecuencias. La conducta antisocial suele suponer sucumbir a tentaciones a las que la mayor parte de la gente se resiste por miedo a las consecuencias. Pero la mayor parte de nosotros podemos sucumbir a ciertas tentaciones si estamos adecuadamente motivados y eso es lo que ocurre en los psicópatas. Asimismo, debemos remarcar que “inadecuadamente motivado” no es lo mismo que “impulsivo”.
Falta de juicio y problemas para aprender de la experiencia: es decir, no existe evitación pasiva. Literalmente significaría que el psicópata no aprende nada de nada, aunque el significado de esta categoría es que el psicópata no deja de hacer la acción por la que ha sido castigado previamente, ya que él sólo se basa en sus propias reglas, leyes y lindes.
Egocentrismo patológico e incapacidad para el afecto: existe una sobrevaloración, por parte de los psicópatas, de sus propias cualidades y capacidades para conseguir lo que se proponen. Son personas a las que no les preocupa mucho lo que otros piensen, no tienen ningún tipo de empatía con los demás, y nunca se preocupan por educar a otras personas. Por tanto, suelen ser incapaces de establecer lazos emocionales firmes y duraderos con otras personas.
Pobreza general de reacciones afectivas: esta característica se relaciona con la incapacidad para el afecto. Divertirse, hacer el amor o encontrarse con un viejo grupo de amigos exige cierto grado de excitación, pero estas experiencias pueden no ser estimulantes para el psicópata. Es como el tema de los celos; los sujetos psicopáticos suelen tener muy pocos debido a su falta de miedo o temor y de estimación hacia los demás. Sin embargo, es probable que de encontrar al cónyuge en flagrante delito de infidelidad, la reacción del psicópata sea mucho más virulenta que la del común de los mortales.
Pérdida específica de insight -darse cuenta de: esto es el problema para ponerse en el lugar del otro. El psicópata es incapaz de verse a sí mismo como los otros le ven, e inepto para predecir cómo reaccionarán emocionalmente otras personas a su conducta.
Falta de respuesta en las relaciones personales: incapacidad de depender de otros, de sentir empatía, de comprometerse, enamorarse o mantener una relación romántica; no pueden establecer vínculos emocionales con otras personas ni experimentar la tristeza o la melancolía (a no ser que «saque algún provecho personal» de ello).
Conducta fantasiosa: los psicópatas suelen beber y tomar menos drogas que otras personas, ya que (suponemos) no necesitan esas sustancias ni para desinhibirse ni para tranquilizarse. Su «superior» intelecto es perfectamente suficiente. Sin embargo, la búsqueda de sensaciones les puede llevar a consumir ciertas sustancias.
Raramente se suicidan: en todo caso, el psicópata simulará conductas de suicidio para manipular a los demás.
Vida sexual impersonal: falta de inhibición sexual. Independientemente de que su impulso sexual sea alto o bajo, no se inhibirá en ningún caso.
Problemas para seguir un plan de vida: poca preocupación por el futuro y, por tanto, poca necesidad de planificarlo. La clave de esta característica está en los primeros años de la vida y en el tipo de refuerzos que se obtienen en ese momento. Un niño sin unas metas claras y que no conoce bien cuáles son las reglas convenidas por la sociedad, seleccionará un número menor de conductas constructivas sobre una base puramente racional sin el empuje de la consciencia y la restricción del temor. El psicópata carece del barniz afectivo que acompaña usualmente a la experiencia, sus sensaciones emocionales están atenuadas de un modo equivalente a la ceguera de colores que padecen los daltónicos. Sin embargo, no está claro que el psicópata sea incapaz de mostrar emociones. Claramente siente ira, satisfacción, placer, y autoestima. De otro modo no se entendería por qué hace lo que hace.
Por lo tanto, debemos considerar que las personas que presentan una psicopatía muestran un conjunto de características claramente definitorias que podrían resumirse de la siguiente forma:
Por una parte, conductualmente, los psicópatas son impulsivos y arriesgados y suelen verse involucrados en actividades de tipo criminal.
Además, desde el punto de vista de sus relaciones interpersonales, se les podría describir como egocéntricos, manipuladores y con comportamientos grandilocuentes.
En cuanto al tono afectivo, muestran escasas reacciones emocionales, falta de empatía, ansiedad y remordimientos, siendo incapaces de mantener vínculos estables y normalizados con los demás.
Esta lista después fue alterada por Hare (1991), elaborando una escala de estimación compuesta por 20 ítems, denominada Psychopathy Checklist Revised (PCL-R) en la que se incluyen cuatro factores que conforman la psicopatía, Organizo dicha información en forma de tabla.